Las estrellas
Desde siempre me han gustado las estrellas
cuerpos celestes que brillan en el cielo con luces propias
Son mis amigas cuando en mí hay un río de mellas
sus nombres determinan la realidad, son topias.
Desde niña arriba de las ies iban ellas
cuando escribo mi nombre en la arena
dibujadas están con delicadeza, finura, siempre bellas
como mis paisanos de mi América del sur, con su quena.
Ahora procuro no dejarlas de mirar
aunque la monotonía me secuestre
siempre y cuando el cielo me deje otear
siempre y cuando tenga suerte.
Mi DIOS el de los cristianos siempre me hace soñar
me hace ir a rincones lejanos, me transporta con soberanía
a lugares como África septentrional
y me deleito de su havar
él utiliza las estrellas para hacerme rimar, como un manual,
como una guía
En mi trabajo siempre presentes están,
cuando explico campos léxicos, no las puedo ignorar
las uso poco para un símil o metáfora, cada una tiene su
esplendor y belleza sin igual
las hay en nombres, en el cielo y en el mar
Otros las usan en sus uniformes de soldados
¡ hasta en el logo de
la U.D.O están !
¿y en los nombres de hoteles lujosos? no pueden faltar
las hay fugaces, las hay polar
Escribir sobre ellas es un conjunto de actos interminables
los dedos me pican, no desean parar
sencillamente ellas son así, nacieron para triunfar
así son ellas: conjugables, pronunciables, musicables, inolvidables…
son mías, son tuyas, de él, de ella, de aquel, son singular y
plural
Siéntelas, huélelas, saboréalas, escúchalas, míralas
habla de ellas, escribe sobre ellas, mira una peli sobre
ellas,
pero nunca de los “nuncaces” las debes ignorar, sin darte
cuenta te harán volar.
Liliana Sulbarán
02/10/2016
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