Reseña sobre el libro “Cómo acercarse a
la poesía” de la escritora mexicana Ethel
Krauze nacida en el Distrito Federal,
México.
“Gracias a las palabras”
El
presente escrito pretende dar una idea sobre los aspectos más importantes en el
texto “Cómo acercarse a la poesía”.
Dentro
de los factores que contribuyeron a que Ethel Krause (autora del libro) se
hiciera poeta se encuentran:
- 1)
El hecho de que en su casa hubiesen muchos
libros y que éstos fueran considerados
los materiales más valiosos que estaban en ella.
-
2) Que en su casa, además de haber libros se
utilizaran para leer, pues su madre leía todas las noches los libros que estaban
sobre su escritorio.
-
3) María le contaba los cuentos de Lupito, un
niño al que la virgen le regaló su retrato para que lo llevase pintado en su
ayate y que después lo convirtió en un manojito de rosas.
-
4) Sus dos abuelos leían: uno leía todo el día
el mismo libro (el sabat) y el otro siempre estaba sentado en su sillón con un
libro en las manos, los domingos cuando ella iba a visitarlo.
5) En
su entrono, los libros eran de uso diario, algo principal en la vida de los que
la rodeaban, pues leer era hacer algo sin tapujos, miedos, mitos e IMPOSICIONES
- 6)
En su casa, nadie nunca la obligó a leer algo
que ella no hubiera querido, nadie le escondió algún libro inadecuado a su
edad.
- 7)
Leer le avivaba la sensibilidad, ya que ella
al hacerlo entraba en un mundo de sonidos deslumbrantes, que originaban
sentimientos nuevos en los cuales, lo triste la ponía alegre y lo alegre la hacía
sentir triste
- 8)
Sus padres además de no obstaculizarle nada
respecto a la lectura, la estimularon sin darse cuenta, pues para ella eso lo hacían
con el simple hecho de que se sintieran orgullosos de lo que era.
Continuando
con el análisis del texto, se deja en evidencia lo importante que resulta el
trabajo con las palabras, ya que a través de ellas buscamos los sonidos,
hacemos duraderos nuestros pensamientos, pues lo que no está escrito se olvida,
se pierde; podemos expresar nuestros
sentimientos, pensamientos y opiniones de todo lo que nos rodea, de todo lo que
nos hacen sentir mediante la lectura; porque cuando hacemos uso de las palabras
bien sea leyendo o escribiendo conocemos lo que nos dicen, por qué nos los dicen,
cómo suenan y con eso podemos encontrar nuestras propias palabras, las que son
capaces de expresar lo que llevamos dentro y esto transforma nuestra vida;
porque el único compromiso de la literatura está en ellas, gracias a ellas
encontramos la forma del arte, de la belleza(poesía), este arte se produce por
una combinación de elementos formales donde el contenido y el significado se
logran expresar por completo.
Me
di cuenta que el trabajo con las palabras implica también el conocimiento de
nuestro propio cuerpo, de los sentimientos propios o del otro; es decir, el conocimiento
de la naturaleza humana, ya que como expresa la autora en su libro, cuando ella
comenzó a inventar palabras buscando los sonidos, los ritmos que necesitaban
sus nuevas composiciones…se sentía inmensamente feliz. Gracias a las palabras podemos
hacer nuestras las emociones, las cosas, los anhelos y provocarlos en
los demás, tal y como no los provoca Oscar Wilde al momento de leer “El
príncipe feliz”
La
autora cuando le contó a su amiga Guite la historia de Dafnes y Cloe, veía
reflejados sus propios sentimientos sintiéndose Cloe, bañándose desnuda en un
río, aunque nunca hubiera visto uno y tocando el oro de los cabellos de Dafnes,
aunque David (su enamorado) los tuviera negros y no le hiciera el menor caso,
ella al leer este tipo de libros se daba cuenta que sí tenía que ver con ella,
con su vida de todos los días, con lo que sentía, con la realidad….
Guite,
por su parte, también fue descubriendo sus sentimientos gracias a la poesía, a
partir de los libros que le prestaba su amiga (la autora), pues ella descubrió
que la poesía era un juego, pero un juego que le hacía temblar el corazón.
La
autora dice que la literatura tiene mucho que ver con nuestros propios huesos y
carnes, pues en ella se encuentran las verdades de la condición humana; en la
medida en que vayamos leyendo y pasando las páginas, haciéndonos nuestras
propias pasiones y reconocerlas en los y las demás, como le pasaba al leer “El
diario de Ana Frank”, sintió en cada poro el sufrimiento que vivió aquella niña
en la Holanda nazi.
Para
finalizar quiero expresar que el contenido del texto me parece muy interesante,
ya que puedo considerarlo un texto transversal porque en él la tutora no sólo
abarcó el tema de la poesía, sino que nos dio también su punto de vista sobre
lo que es la narrativa, el ensayo, el
teatro, el cuento, la crónica y la novela. Además, estamos orientados y
orientadas a que como futuros docentes transformadores de una educación nueva
mediante la Micro Misión Simón Rodríguez, busquemos las mejores maneras
posibles para trabajar la poesía en el aula y con ello aportar nuestro grano de
arena en la formación de nuestros jóvenes.
De
igual manera es importante recordar que un pedagogo es aquella persona que investiga
de qué modo los sistemas y programas educativos favorecen al máximo el
desarrollo de las personas y de las sociedades. Digo lo anterior ya que en el
proceso de formación además de estar presentes diversas disciplinas en conjunto
(transdisciplinariedad) debe existir un equilibrio entre lo intelectual y la
sensibilidad, he aquí el tema que me llamó más la atención en todo el texto,
debido a que la autora nos sumerge desde el comienzo en un llamado a nuestros
colegas a la sensibilización personal, puesto que no podemos obviar la
capacidad que tienen los sentidos de captar el mundo que nos rodea, la facultad
de recibir diferentes expresiones que producen en nosotros los objetos
exteriores, y, esto nos lleva al conocimiento de nosotros mismos, como la
autora dice : “nuestra propia voz interior”
Muy
bien si existe tal equilibrio en el proceso de formación, los conocimientos
dentro del aula ya no serán distantes. Con esto pretendo decir que este
equilibrio da pie a la transversalidad, la cual debería ser pedida a gritos en nuestro liceos, pues si existieran
verdaderos pedagogos y pedagogas con características reflejadas en las líneas
anteriores, se reflejaría una preocupación por los problemas sociales,
representando en el aula situaciones problemáticas
vividas actualmente en nuestra sociedad y que se unen , fácilmente con las
informaciones e inquietudes que posee
también el profesor o profesora; conectando así a los liceos con la vida, con
nuestra realidad cotidiana, englobando no sólo los contenidos curriculares sino
también lo que no está inmerso en los mismos; llamado que se puede deducir
después de haber pasado por esta maravillosa formación que lleva el nombre del
gran maestro Simón Rodríguez y no menos importante haber pasado por las
hermosas líneas del texto de Ethel Krauze, un poeta mexicana que me recuerda
que no sólo basta con saber lo que se dice, lo que escribimos o leemos; siempre
hay que ir más allá de lo que se conoce y se sabe.
Licda.Liliana Sulbarán